Hace tan sólo una semana nadie pensaba que el candidato laborista a las elecciones británicas, Jeremy Corbyn, tuviera ninguna posibilidad de ganar. Los conservadores de Theresa May tenían claramente la victoria en el bolsillo. Aun así, las elecciones son pasado mañana y el resultado, según las encuestas, será muy ajustado. A comienzos de la campaña los conservadores iban 22 puntos por delante los laboristas. Ahora, sorprendentemente, hay encuestas que los dejan sólo a cuatro puntos de diferencia.
En unas elecciones normales, cuatro puntos serían una ventaja justa pero más que suficiente. Ahora, la caída estrepitosa que se prevé para el Partido Conservador hace que todo parezca posible www.mrpornogratis.it/annunci69/. Y más teniendo en cuenta que Corbyn, incluso si queda segundo, puede intentar una coalición en el parlamento con los independentistas escoceses, que serán la tercera fuerza con más de cuarenta diputados; con los Verdes; con los nacionalistas galeses; y quizás con los liberal-demócratas y todo. En cambio, la única alternativa de May son estos últimos.
¿Qué ha cambiado en el Reino Unido?
A la hora de analizar qué ha pasado, evidentemente, hay que fijarse en los dos grandes candidatos. Corbyn, después de un inicio de campaña desastroso, ha ido encontrando el tono, mientras que May lo ha ido perdiendo. May ha ido repitiendo una y otra vez sus argumentos, pero cada vez con menos consistencia y menos seguridad. Hasta el punto que en el último debate de la BBC optó para enviar la ministra de Interior, Amber Rudd. La decisión fue muy criticada por los espectadores.
Corbyn, mientras tanto, se ha ido sentido cómodo a medida que avanzaba la campaña, en la que ha remarcado los aspectos más de izquierda de la plataforma electoral de los laboristas, que, por primera vez desde la era de Tony Blair, proponen reformas en profundidad de aspectos clave y actuaciones para revertir el mal que han hecho las políticas de austeridad. Tiene en contra el descontrol interno del partido y las divisiones claramente visibles los meses anteriores a la campaña electoral.
Brexit, eje principal de la campaña
En cuanto al gran tema de la campaña, la negociación del Brexit con Europa, Corbyn ha sido capaz de explicar en pocas palabras qué quiere hacer. Ha puesto énfasis en asegurar la existencia de un espacio económico con la Unión Europea que pueda, según él, proteger las empresas británicas y la ocupación. Contra esto, May opone una frase que ha repetido un millón a veces en campaña: vale más que no haya acuerdo a que no que haya un mal acuerdo, cosa que hace pensar a muchos votantes que no tiene mucho interés en negociar con dureza en Bruselas.
Se tiene que ver todavía qué repercusión tendrán los atentados de Manchester y Londres, sobre todo este último. Sin dejar de reconocer la dificultad de enfrentarse a atentados hechos por individuos solitarios con bajo nivel tecnológico, después del atentado de Londres se empezaron a sentir voces que cuestionaban la política de seguridad del gobierno.